La Sierra de Gádor es una estribación montañosa que empezó a formarse hace unos 10 millones de años como consecuencia de los choques que fueron ocurriendo a lo largo del tiempo entre las placas tectónicas euroasiática y africana, lo que provocó finalmente la elevación del fondo marino que había entre ambas placas hasta una altitud de casi 2.000 metros, y esa es la razón por la cual las rocas de esta sierra están constituidas por caliza, que a su vez proceden de los restos calcáreos de antiguos organismos marinos que vivían en aquel extinto mar.
Esta roca caliza está fracturada en toda su extensión y profundidad, lo que facilita que el agua de la lluvia se infiltre fácilmente a través de ella (a la vez de ir disolviéndola formando cuevas), recorriendo un camino de 3 km hacia el interior de la tierra, el resultado de sumar los casi 2 km de altitud que tiene esta sierra y el kilómetro de profundidad que poseen los acuíferos subterráneos que se forman a ambos lados de esta sierra: el acuífero del Alto Andarax (un 15% del volumen total), el acuífero de la cuenca de Adra (un 20%) y el acuífero del Campo de Dalías (un 65%), dividiéndose a su vez este último en dos acuíferos, el superior y el inferior, estando a su vez conectados los acuíferos de la cuenca de Adra y Campo de Dalías al Mar Mediterráneo.
Recarga y formación de los acuíferos subterráneos del Campo de Dalías
Y para estimar el volumen de agua de lluvia que se infiltra anualmente hacia el acuífero del Campo de Dalías lo calcularemos en base a: la extensión de la Sierra de Gádor, unas 83.200 hectáreas; la media de precipitación anual que cae hoy en día en ella, unos 459 litros/m2/año (media calculada según las distintas precipitaciones anuales que caen a diferentes altitudes, caso de Almería capital, 228 mm/año, en su altitud media, caso de Laujar, 465 mm/año, y en sus cumbres, 684 mm/año); la estimación de que el 25% de esa media de precipitación anual es la que se infiltra hacia el interior de la sierra gracias a su naturaleza caliza, o sea, 459 litros/ m2/año x 25% = 115 litros/ m2/año, del cual el 65% de esos 115 litros es el que se dirige hacia el acuífero del Campo de Dalías (unos 75 litros/m2/año)… en total se infiltran unos 62 hm3/año (te invito a hacer los cálculos), o sea, el equivalente a 62 impresionantes cubos de agua dispuestos en hilera, teniendo cada uno de esos cubos unas dimensiones de 100 m de largo x 100 m de ancho x 100 m de alto.
Por otro lado, sobre el piedemonte (o glacis) que se extiende a los pies de la ladera sur de la Sierra de Gádor nos encontramos con la presencia de casi 30.000 hectáreas de invernaderos de plástico, consumiendo cada uno de ellos una media de 6 millones de litros de agua al año, lo que equivale a un consumo total de 180 hm3/año.
El agua que abastece a esos invernaderos procede sobre todo del acuífero subterráneo del Campo de Dalías (con su recarga anual ya calculada de 62 hm3), además del embalse de Benínar (unos 15 hm3/año, podrían ser más pero pierde agua por filtración) y la desaladora del Campo de Dalías (30 hm3), pudiéndose considerar que los aportes del embalse y desaladora (en total, 45 hm3) son destinados para los hogares e industria secundaria y terciaria de la Comarca del Poniente de Almería; por consiguiente, si consideramos que los invernaderos solo consumen agua del acuífero subterráneo del Campo de Dalías (unos 180 hm3/año) y a este acuífero solo le entran anualmente 62 hm3/año de recarga, es fácil deducir que tenemos un terrorífico déficit de -118 hm3/año, lo que explica la paulatina salinización que está sufriendo este acuífero, ya que al consumir los invernaderos más agua (-180 hm3/año) que la que aporta la recarga natural (+62 hm3/año) se está dando lugar a la intrusión del Mar Mediterráneo hacia el interior del acuífero, estando ya el acuífero superior tan salinizado que prácticamente no se puede aprovechar para uso agrícola o humano, con la gravedad de que esa salinización continúa avanzando hacia las profundidades del acuífero, lo que supondría poner en riesgo la viabilidad de la agricultura de la Comarca del Poniente de Almería en un futuro muy próximo… ¿Soluciones?
Aparte de las soluciones tecnológicas (que serán merecedoras de próximos artículos), proponemos de entrada una solución tecnológica orgánica que desde hace millones de años se encuentra en la propia Naturaleza: plantar un bosque en la Sierra de Gádor.
¡¡Un bosque es capaz de generar lluvias!!, veamos cómo lo consigue. Supongamos que estamos en pleno invierno y un viento procedente del mar con una humedad relativa del 90% está chocando contra las faldas de una montaña, pero al ascender hacia sus cumbres para sortear el accidente geográfico se enfriará (ya sabemos que en las cimas de las montañas hace más frío que en el valle), lo que provocará por simple Ley Física que su humedad relativa se incremente, supongamos al 98%, y si ahora a esa humedad relativa del 98% del aire se le suma el vapor de agua que está expulsando un bosque a través de sus hojas (por ejemplo un 5% de humedad relativa), la humedad relativa global de la atmósfera circundante alcanzará con facilidad el 100%, lo que supone que esa masa de aire ya no puede almacenar más vapor de agua por volumen y lo tiene que liberar en forma de gotas de agua o nieve, o sea, aparecen “mágicamente” las lluvias, siendo en ocasiones su presencia tan inesperada que incluso no llegan a ser pronosticadas por los servicios meteorológicos…, por consiguiente, los bosques permiten conectar con mayor eficacia las nubes con los acuíferos subterráneos, ya que por un lado inyectan más vapor de agua a la atmósfera gracias a la transpiración de sus hojas y, por otro lado, facilitan el camino del agua de lluvia en dirección a los acuíferos por medio de sus raíces.
El problema es que actualmente la Sierra de Gádor está muy deforestada (ver artículos anteriores), sólo hay un 15-20% de extensión de árboles con respecto a la masa arbórea primigenia, por lo que su poder de generar lluvias está hoy en día muy menguado con respecto a siglos pasados…, pero ahora ya sabemos que una montaña deforestada que vuelve a ser reforestada las lluvias harán acto de presencia en una mayor cuantía, además de incrementar las recargas al acuífero hasta un 33% anual si esas montañas se reforestan en su totalidad…por tanto, las cifras ahora cambian de manera sorprendente, ya que si teníamos una recarga anual de los acuíferos en torno a 62 hm3/año y esta cifra aumenta un 33% por reforestar a la Sierra de Gádor en su totalidad, tendríamos un aumento de recarga en torno a 20 hm3/año, una cifra que permitiría disminuir en gran medida la salinidad actual de los acuíferos subterráneos del Campo de Dalías, además de ser una cifra que sería el equivalente a la producción de una gran desaladora junto al mar…, por eso te pedimos tu apoyo para construir una desaladora NATURAL en las cumbres de la Sierra de Gádor.
*Fotografías: fotogramas de “Planeta Tierra… en Almería”, un documental en donde se narra la historia de la formación de los acuíferos subterráneos del Campo de Dalías, la paulatina salinización que están sufriendo en la actualidad y cómo podemos volver a recuperar su recarga original para reducir su salinidad.
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