Una vez descrito en artículos anteriores las diversas ventajas que nos supone el tener plantas reservorios en el interior de nuestros invernaderos, vamos a exponer a continuación (y en base a nuestra experiencia de campo) un protocolo de cómo llevar a cabo la instalación de las plantas reservorio dentro de los invernaderos.
Lo primero que debemos de conseguir con las plantas reservorio es una floración que abarque todo el ciclo del cultivo agrícola, ya que de esa manera nuestros insectos beneficiosos podrán tener siempre alimento a su disposición, incluso cuando los cultivos ofrecen poca o nula floración.
Y para que esa floración pueda ser constante en el tiempo, además de abundante, recomendamos plantar de forma simultánea las siguientes especies de plantas reservorio (y que a su vez se adaptan muy bien a las condiciones ambientales de los invernaderos del sur de España): hinojos, alisos de mar, rudas, mielenrama, girasoles, borrajas y siemprevivas (limonium).
En la siguiente tabla se exponen los meses de floración para cada una de esas especies botánicas, pudiéndose comprobar que una de ellas, los alisos de mar, es imprescindible en nuestras instalaciones agrícolas si queremos tener flores en su interior durante los 12 meses del año.
En segundo lugar, nuestras plantas reservorio también deben de caracterizarse por atraer de forma natural a los insectos auxiliares, encontrándonos con las siguientes situaciones según sus morfologías botánicas:
-plantas con flores grandes y/o nectarios expuestos son muy visitadas por los sírfidos,
-plantas con flores pequeñas y formas tubulares son preferidas por los insectos parasitoides, ya que aquí, además de alimento, encuentran mejor protección frente a otros depredadores con respecto a si se escondiesen en flores grandes,
-plantas de porte alto son más buscadas por Chrysopa spp.y Aphidolete spp,
-mientras que las plantas de porte bajo y con un denso entramado de ramas y hojas (lo que facilita crear en su interior un microclima que tendrá una mayor humedad ambiental con respecto al entorno circundante), son más frecuentadas por las avispas parasitoides.
En tercer lugar, algunas de las plantas reservorio que seleccionemos deben de caracterizarse por albergar pulgones específicos, o sea, aquellos que sólo se alimentan específicamente de esa planta reservorio, no suponiendo por tanto esas especies de pulgones un peligro para las plantas en cultivo.
El hinojo es un claro ejemplo de planta reservorio que puede ser afectado por el pulgón específico Cavariella aegopodii, lo que supone un gran apoyo para el Control Biológico, ya que dicho pulgón atrae a los insectos auxiliares especializados en combatir a los pulgones “pequeños” que sí causan graves daños agrícolas como son Aphis gossypii y Myzus persicae.
Y aunque no la hemos incluido en el listado anterior de las siete plantas reservorio, hay una especie botánica que se ha considerado habitualmente como una mala hierba, además de que se pensaba que atraía a las plagas de pulgones, pero que sin embargo puede sernos de gran ayuda en el Control Biológico: hablamos de la cerraja (Sonchus oleraceus), que también cuenta con su pulgón específico Uroleucon sonchi y que en este caso es atacado por insectos auxiliares especializados en combatir a macropulgones como son Macrosiphum euphorbiae y Aulacorthum solani…. y es que esta jovencísima rama de la ciencia todavía nos tiene que revelar sorprendentes descubrimientos.
Y una vez ya conocidas las especies de plantas reservorio recomendadas, detallamos a continuación el número de ejemplares para cada una de ellas que se deberían de plantar en una hectárea de invernadero:
TOTAL: 310 PLANTAS RESERVORIO/HA
Asimismo, hay otras consideraciones técnicas que debemos de tener en cuenta a la hora de plantar nuestras plantas reservorio:
-deben de contar con su propio sistema de riego, ya que las necesidades hídricas de dichas plantas reservorio son inferiores a las plantas en cultivo; por ejemplo, si nos excedemos en su riego las floraciones van a ser muy deficientes,
-deben de estar plantadas en zonas en donde reciban la máxima cantidad de luz (por tanto, hay que evitarles el sombreo), logrando así que florezcan rápidamente y en gran cantidad,
-y deben de estar situadas en zonas en las cuales no interfieran tanto en el cultivo como en las diferentes labores agrícolas.
Y por último una última consideración, ¡¡pero no por ello no menos importante!!, ya que incluso podríamos haber comenzado este artículo con esta advertencia, y es que debemos de evitar a toda costa que dentro de nuestros invernaderos se instalen las siguientes plantas por ser reservorios de virus o de plagas para los cultivos agrícolas:
ESPECIE BOTÁNICA | RESERVORIO VIRUS | RESERVORIO PLAGAS |
Gandul (Nicotiana glauca) | Mosca blanca | |
Tabaco | Virus del mosaico del tabaco | Mosca blanca |
Albahaca | Virus del mosaico del pepino | Mosca blanca |
Hibiscus | Virus del enanismo moteado de la berenjena | Pulgón |
Tomatillo del diablo | Virus del mosaico del pepino
Virus Nueva Delhi |
Mosca blanca
Araña roja |
Malva | Virus del mosaico del pepino
Virus Nueva Delhi |
Mosca blanca
Araña roja |
Diente de león | Virus del mosaico del pepino
Virus Nueva Delhi |
Mosca blanca
Araña roja |
Gerbera | Virus de la mancha necrótica del impatiens | Frankliniella occidentalis |
Pitosporo | Virus de la mancha necrótica del impatiens | Frankliniella occidentalis |
Crisantemo | Virus del broceado del tomate
Virus de la mancha necrótica del impatiens |
Frankliniella occidentalis |
Geranio | Reservorio de muchos virus, aunque en la actualidad no se conoce ninguno que afecte a los cultivos agrícolas | Mosca blanca
Araña roja |
Caléndula | Virus de la mancha necrótica del impatiens | Frankliniella occidentalis |
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